Ambientes Libres de Tabaco

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11 ago 2008

El Tabaquismo en las Empresas

Si, como ocurre en la mayoría de las empresas en Argentina, no existe reglamentación alguna, fumadores y no fumadores deben negociar reglas deconvivencia, que dependerán tanto del nivel de consumo del que fuma como del nivel de tolerancia del que no lo hace.
Imaginemos un no fumador que trabaja diariamente con dos fumadores, en una habitación que comparten aproximadamente 9 ó 10 horas todos los días. Se transforma en un fumador pasivo, a tiempo completo. MOLESTIA, VERGÜENZA POR PEDIR QUE NO LO HAGAN, IRRITABILIDAD, son algunos de los sentimientos que tienen los no fumadores, que se ven privados de respirar un aire libre de humo. Por otra parte el fumador al cual se le permite hacerlo, tiene plena conciencia que está dañando con su humo a su compañero, pero no puede evitar hacerlo. Esto también genera en él sentimiento de INCOMODIDAD, IRRITACIÓN, VERGÜENZA, HUMILLACIÓN.El fumador que comparte su espacio con no fumadores es consciente del humo que produce, pero aun así no puede evitarlo.
El tabaquismo es una enfermedad: la adicción a la nicotina. El fumador es un adicto y cada tanto tiempo “debe” consumir la droga. Los no fumadores creen que, en realidad, no quiere evitarlo, pues, les cuesta creer que no pueda controlar la cantidad de cigarrillos que fuma. El conflicto está presente. Unos y otros tienen intereses encontrados.Si existe alguna política al respecto, y la empresa, por ejemplo, dispone de un sector donde está permitido fumar (generalmente, una escalera o un pasillo), el fumador se traslada varias veces por día a ese lugar, donde se encuentra con otros compañeros fumadores y aprovecha para charlar, tomar café y fumar dos o tres cigarrillos seguidos para no sentir por un tiempo la necesidad de volver a salir. Los no fumadores (que, mientras tanto, siguieron trabajando) pueden sentirse molestos e incluso quejarse por el tiempo que sus compañeros pasaron sin cumplir con sus tareas.“Finalmente, aprovechan el cigarrillo para no trabajar”, llegan a opinar algunos. La situación "empeora" si la restricción es total. En este caso, el fumador debe salir a la calle para poder fumar, y el tiempo que deja de trabajar es mayor. Para el que fuma, esta situación constituye una verdadera tortura. Como se trata de una adicción, si demora su salida para no interrumpir el trabajo, llegará a experimentar síntomas de abstinencia y tendrá dificultades para concentrarse en su tarea. Sabemos de personas (en algunos casos personal jerárquico) que no cumplen la norma, lo cual lehace perder el respeto de sus compañeros de trabajo. INCOMODIDAD, DISCRIMINACIÓN, EXPOSICIÓN, ANSIEDAD, son algunos de los sentimientos que tienen los fumadores sometidos bruscamente a una restricción.
El humo ambiental.
De todas las políticas posibles para abordar el problema del tabaquismo en la empresa, la peor es ignorarlo. El conflicto existe, se manifieste o no. En ese sentido, hay una vastísima experiencia a nivel mundial. La sociedad argentina aún es poco consciente de los derechos de los no fumadores. Estohace imprescindible que las autoridades (en cada sector) implementenpolíticas claras tendientes a generar ambientes libres de humo queprotejan la salud de todos, fumadores y no fumadores.
Responsabilidad gerencial.
De acuerdo con nuestra experiencia, conviene que en la empresa se ponga en práctica una política gradual hasta llegar a la prohibición total de fumaren el ámbito de trabajo. Es importante contar con ayuda para lograr dejar de fumar con éxito. Con el mismo criterio, la implementación de una política para que una empresa llegue a transformarse en totalmente libre de humo de tabaco ambiental debe ir acompañada por asesoramientoprofesional adecuado. El primer paso consiste en informar al personal gerencial y de recursos humanos acerca de todo lo relativo al tabaquismo y de la magnitud que ese problema tiene en la actualidad, tanto en la población en general como en el ámbito empresario en particular. Este paso es imprescindible, porque cualquier tipo de estrategia que se aborde tiene que contar con el aval necesario. Además, es necesario realizar reuniones informativas con todo el personal, fumadores y no fumadores. En esas reuniones, profesionales médicos especializados deben explicar las características de la adicción y los motivos por los cuales el tabaquismo es difícil de combatir e imposible decontrolar. Esta información puede ayudar a limar asperezas entre el personal. Los no fumadores entenderán el “problema” del fumador y éste se sentirá comprendido y contenido. Si no se procede de esta manera, la sola mención de que se acerca una política restrictiva causará que los fumadores en la empresa se sientan rechazados y discriminados. Las reuniones informativas, además, deberán motivar a los fumadores paraque comiencen a pensar en dejar de serlo. También deberían estar acompañadas por la propuesta de un tratamiento para dejar de fumar queesté a cargo de la empresa y que no revista carácter obligatorio. Es importante también que ese tratamiento esté disponible para el personal durante un lapso prolongado, para que los fumadores dispongan del tiempo necesario para tomar la decisión de dejar. Es conveniente instrumentarlo dentro del horario laboral, y que esté coordinado por profesionales, además de proveer los recursos medicamentosos y asegurar el seguimiento necesario hasta el logro del objetivo. Transformar una empresa en libre de humo no es tan difícil si sus directivos adoptan una política adecuada. No se trata sólo de realizar un anuncio, colocar cartelería o establecer un plazo para que los fumadores dejen el cigarrillo o se vean obligados a fumar en la calle. Si además se les ofrece el asesoramiento necesario y la ayuda apropiada para dejar defumar, se estarían alcanzando simultáneamente dos objetivos importantísimos: el cuidado de la salud del personal de la empresa y el de la salud de las familias de los fumadores que dejen de serlo. Si a esto se le agrega una disminución sustancial del porcentaje def umadores, esa empresa se estaría transformando en un agente de salud deprimera línea.
Dra. Susana Reznik (Médica Psiquiatra, Fundadora de AsAT).

Mejor sin Humo

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