Cuando una persona decide y logra dejar de fumar, ocurren las siguientes maravillas:
20 minutos:
La presión arterial disminuye hasta alcanzar el nivel en que estaba antes de fumar el último cigarrillo. La temperatura de manos y pies aumenta hasta llegar a lo normal.
8 horas
El nivel de monóxido de carbono en sangre es normal.
24 horas
Disminuye la probabilidad de un ataque cardíaco.
2 semanas – 3 meses
La circulación mejora. La función pulmonar aumenta hasta un 30%.
1-9 meses
Disminuye la tos, congestión nasal, el cansancio y la dificultad para respirar; los cilios pulmonares recuperan sus funciones normales.
1 año
La probabilidad de tener un ataque de corazón se reduce a la mitad.
5 años
Disminuye el riesgo de un derrame cerebral.
10 años
El riesgo de morir de cáncer de pulmón cae a la mitad en relación al de un fumador. Disminuye el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga, riñón y páncreas.
15 años
El riesgo de enfermedades cardiovasculares equivale al de un no fumador.
¿Qué les parece?
Vale la pena intentarlo, cada vez existen más alternativas terapéuticas, farmacológicas o no.
Un abrazo
Mejor sin Humo
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