Lunes 25 de julio de 2011
Reuters
Eric Schultz
Dejar de fumar después de un infarto daría mejor resultado que cualquier medicamento, pero un equipo de Italia asegura que volver a hacerlo después de salir del hospital quintuplica el riesgo de morir.
Las personas que volvieron a fumar después de estar hospitalizados por un síndrome coronario agudo (SCA) eran 3 veces más propensas a morir al año que las que abandonaron la adicción en un estudio dirigido por el doctor Furio Colivicchi, de San Filippo Neri Hospital, Roma.
"La recaída es uno de los principales factores de riesgo de la sobrevida", dijo el doctor David Katz, profesor asociado de medicina interna de la Escuela Carver de Medicina de University of Iowa, de la ciudad de Iowa.
Dejar de fumar tiene el mismo efecto protector en los pacientes con SCA que los fármacos recomendados para bajar la presión o el colesterol, indicó Katz, ajeno al estudio.
El equipo de Colivicchi siguió a 1294 pacientes que fumaban con regularidad antes de ser hospitalizados con SCA. Todos dejaron de fumar en el hospital y dijeron que estaban motivados para sostener la abstinencia con el alta.
Recibieron algunas sesiones cortas de cesación tabáquica en el hospital, pero sin reemplazos de nicotina u otra ayuda para dejar de fumar al salir del hospital.
Los autores les preguntaron a los pacientes si habían vuelto a fumar a 1, 6 y 12 meses después del alta hospitalaria. Hallaron que 813 (63 por ciento) había recaído al final del primer año. La mitad había comenzado a fumar nuevamente a los 20 días del alta.
En un año murieron 97 pacientes; 81 de esas muertes fueron por causas cardiovasculares, según publica American Journal of Cardiology.
Tras considerar la edad de los pacientes y otras variables, el equipo halló que volver a fumar triplicó el riesgo individual de morir. Cuanto antes un paciente retomaba la adicción, más propenso era a morir en un año; los que volvieron a fumar a los 10 días del alta del hospital fueron 5 veces más propensos a morir que los que sostuvieron la abstinencia.
Muy pocos pacientes recayeron después de 6 meses de abstinencia.
"Si una persona puede mantenerse sin fumar durante 6 meses, es probable que la adicción esté controlada", dijo la doctora Nancy Rigotti, directora de la Unidad de Investigación sobre el Tabaco y el Tratamiento de Massachusetts General Hospital, Boston.
El equipo no midió la frecuencia con la que los pacientes fumaban, lo que es un predictor importante de recaída y muerte prematura, indicó Katz.
De todos modos, Rigotti, que no participó del estudio, los resultados indican la necesidad de mejorar cómo los médicos ayudan a los pacientes a fumar. "No suele tomarse en cuenta seriamente el tratamiento del tabaquismo en el hospital" y las terapias recomendadas aún no lograron implementarse en la práctica.
FUENTE: American Journal of Cardiology
MsH: Qué interesante es ver cómo se hace cada vez más necesario informar a nuestros pacientes acerca de los estudios realizados, comentarlos, llevarlos a su vida diaria y hacerles comprender el gran riesgo que significa seguir fumando. La semana próxima nos reuniremos en Córdoba, en ocasión del 6º Congreso Argentino Tabaco o Salud para intentar seguir aprendiendo de nuestros propios errores y entusiasmarnos con nuestras muchas virtudes. Mejor sin Humo...
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